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La paternidad es tan hermosa como compleja y hoy que el tiempo nos ha regalado la oportunidad de volver a estar juntos, es momento de agradecer a nuestros papás por haber aprendido a ser los padres que necesitábamos.
La conmemoración a los padres nace en 1909, cuando una hija quiso resaltar el valor y la ardua labor de su padre por sacar a sus 5 hijos adelante ya que la madre enfermó y tuvo que quedarse solo. Desde entonces, se creó el ideal en la sociedad de que un padre solo podría ser reconocido si llevaba a cabo labores grandes y de mucho esfuerzo, añadiendo que por mucho tiempo el papel de padre fue tomado como el de un hombre serio, riguroso y lejano, que a diferencia de la madre solo estaba para tener un rol correctivo.
Pero la sociedad ha evolucionado, las generaciones han cambiado y esas distancias parecen ser cada vez más cortas, por eso los padres actuales hoy se permiten ser más cercanos y entregar tanto amor como su corazón les indique.
Es tal vez la visión de equidad de género la que ha permitido que los padres actuales, aquellos que crecieron con un totalitarismo extremo marcado en sus padres y abuelos, hoy se hayan dado la oportunidad de liberar sus pensamientos, entendiendo y demostrando que un gran papá no es aquél que constantemente realiza grandes acciones o esfuerzos, sino más bien que la medida deber ser el buen ejemplo que se le inculca a los hijos desde las pequeñas acciones, que muchas veces son incluso más valiosas.
Papá no necesita de rudeza, de lejanía o de transmitir miedo para demostrar que es nuestro ejemplo, por el contrario enseñar que no hay una sola forma de ser hombre o una sola forma de ser papá, es una de las mejores muestras de que es nuestro héroe indicado. Estos nuevos hombres y nuevos padres han adoptado nuevos comportamientos y nuevas maneras de demostrar la paternidad, por eso en esta fecha especial regálale a tu padre un pequeño gesto que signifique algo grandioso, papá merece lo más valioso: TU TIEMPO.
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